sábado, 1 de diciembre de 2012

La dirección Médica

He encontrado esta entrada a medio escribir entre los borradores. No siempre se tiene tiempo de acabar de desarrollar un texto completamente, y en este caso me alegro de no haberlo publicado entonces, porque empezaba de una forma poco elegante. He borrado todo el primer párrafo, y he decidido continuar a partir de lo que sería el inicio del segundo, dado que todavía conservo la idea sobre la que escribí, y en este momento me apetece desarrollarla. También me parece oportuno hacerlo puesto que cuando tengo que decidir qué camino tomar a continuación, suelo preguntarme si escogí el correcto al tomar aquél en el que estoy, y aquél en el que estoy en este momento y desde hace 3 años acostumbra a ser cuestionado con relativa frecuencia por los defensores acérrimos de "la dirección Médica".

El texto entre comillas se empezó a escribir durante las vacaciones de Navidad del año pasado, y lo que viene a continuación es lo que añado yo ahora, con algo más de perspectiva. El primer párrafo que he borrado, recogía el hecho de que no hay lugar para los científicos en los hospitales, o hay pocos, y siempre en caso de que no haya ningún médico que quiera hacer ese mismo trabajo, y generalmente cobrando menos. A continuación, me preguntaba por las ideas preconcebidas que existen acerca de la carrera de Medicina.

"Los días de vacaciones van bien para reflexionar. También para visitar los antiguos colegios/institutos de uno. Esto fue lo que hice, por primera vez en 5 años, en uno de ellos, y en el otro me acordé de una profesora a la que (por suerte) no me encontré durante la visita. Ella había estudiado biología y después medicina (convalidando algunas asignaturas, en sus primeros años como profesora de biología) y siempre nos insistía, si hacíamos el bachillerato biosanitario e íbamos medianamente bien, en que estudiáramos carreras "generales, con muchas salidas, como Medicina" (ella prefería que fuera siempre Medicina)."

Aparte de las ideas de que estudiar Medicina da prestigio (que es cierto socialmente, pero no por ello necesariamente relevante), de que es un grado/licenciatura dificilísimo (hay mucho que estudiar, pero poco que comprender, y quien lo probó lo sabe, en comparación con las ciencias puramente dichas), la que más me llama la atención de las ideas falsas que habitualmente se escuchan es precisamente la que argüía mi profesora, que estudiar Medicina "vale para todo". Esta idea, como acabo de decir, es totalmente falsa, estudiar Medicina vale para ser médico, y también permite ser profesor de secundaria si te preparas el CAP, y también permite dedicarse a la investigación si haces un doctorado, sí, pero ¿qué grado/licenciatura no permite hacer estas dos cosas? Y por otro lado ¿qué más puedes hacer, si has estudiado Medicina?

La licenciatura o el grado en Medicina dan una formación muy específica para que los estudiantes puedan desempeñar una profesión muy concreta, a veces muy complicada, no seré yo quien diga lo contrario, pero es de las formaciones menos generalistas que se me ocurren. Además, el oficio es altamente vocacional, y no creo que se deba acceder a él por una cuestión de "capacidad" ("estudio medicina porque puedo"). Esto último no suele ser tenido en cuenta por los orientadores de los centros educativos -no tanto los auténticos Orientadores como los profesores a los que puedes pedir consejo u opinión, y que suelen ser los más partidarios de "la dirección Médica"-, lo cual también considero un error.

El sector de la salud está en alza a nivel mundial: los países desarrollados cada vez tenemos una población más envejecida, y en los países en vías de desarrollo o desarrollados recientemente el aumento de la clase media exige más servicios públicos (en los países subdesarrollados desconozco la situación, sinceramente). Por supuesto que los trabajos en Salud Asistencial (en contacto con los pacientes) son los más demandados, y que el sector de la Salud No Asistencial (no en contacto con los pacientes) todavía tardará en desarrollarse, pero antes de tomar "la dirección Médica" y dedicarse a ella, hay que plantearse si es lo que realmente se quiere. ¿Quieres ser médico? Si la respuesta es "Sí", estudia Medicina, porque es la única vía, pero si la respuesta es "No", "No estoy seguro", "Bueno, pero no todos los médicos ven pacientes", "Yo sólo quiero tener un trabajo estable", "A mí lo que me va es el prestigio que tiene", "Yo lo que quiero es ser cirujano plástico para forrarme", etc... mejor piénsatelo, y si la respuesta no cambia, ya sabes que también se puede ser profesor de secundaria e investigador con una carrera de 4 años. Y sigue pensando.

*Ninguna de las posibles respuestas a la pregunta "¿Quieres ser médico?" pretende representar a ningún profesional serio de la Medicina, pero a veces se oyen.

domingo, 29 de abril de 2012

Aniversario del 15-M

Ya llevamos un año en esto del 15-M. No ha sido un gran año para nosotros, no como grupo u organización, sino como sociedad: se están pisoteando derechos civiles que costó mucho conseguir y que será difícil recuperar, incluso ha habido propuestas de leyes que vulneran los mismísimos Derechos Humanos (considerar delito la resistencia pasiva o activa, sin ir más lejos). La situación es crítica, y precisamente por eso debemos continuar.

Este movimiento ha servido, como mínimo, para demostrar que el sentimiento de la indignación está extendido por esta sociedad, que somos mayoría los que estamos en desacuerdo con este sistema instaurado. El reto ahora consiste en actuar frente a esta situación que nos indigna, y esto puede resultar más difícil de lo que parece porque el sentimiento de la indignación conduce fácilmente al desánimo, ya que si se ve que los líderes (que son quienes pueden cambiar las cosas) no hacen nada, uno puede pensar que la situación en la que se encuentra no depende de sí, y que no puede hacer nada al respecto. El principal riesgo de este tipo de indignación es que no es creativa, no va más allá, simplemente quiere expresar su descontento con un contexto que no le gusta y del que no se siente responsable. Hay que evitar caer en ella, y en su lugar intentar trabajar creativamente para que la situación mejore, siendo coherentes con la realidad en la que nos encontramos.

En sus inicios, este movimiento, con las protestas, las acampadas, las charlas, la difusión de información que no transmiten los medios de comunicación de masas, etc… abrió los ojos a mucha gente, pero es un concepto tan “chocante” que puede costar un poco de digerir. Personalmente, creo que ha estado bien haber durado un año para que la idea “cale” y quede claro que vamos en serio, pero en algún momento hay que pasar masivamente a la acción, comprometernos de verdad con este proyecto, proponer cosas, crear y movernos. No podemos pasar de consumir la información de los medios de comunicación de masas a consumir manifestaciones, acampadas, charlas o información. Tenemos que dejar de ser sujetos pasivos de lo que ocurre y empezar a participar en ello. Como dicen los miembros de Occupy Wall Street, “We are the 99%” (“Somos el 99%”), si cada uno se compromete en la medida en que le es posible, podemos llegar lejos.

Este año ha servido para establecer los cimientos, hacer llegar la idea y proporcionar tiempo para reflexionar sobre ella. Como he mencionado más arriba, creo que también ha sido importante dejar tiempo para asumir todo esto antes de retomar la tarea con fuerzas renovadas. El 15-M no está muerto, y en este año (que bastante duro ha sido, y será, por lo que parece) puede tomar una dirección más clara y defender lo que nos corresponde a todos con renovadas fuerzas.

Irene Sánchez Brualla, Assemblea Sol i Padrís-Sant Oleguer