domingo, 29 de abril de 2012

Aniversario del 15-M

Ya llevamos un año en esto del 15-M. No ha sido un gran año para nosotros, no como grupo u organización, sino como sociedad: se están pisoteando derechos civiles que costó mucho conseguir y que será difícil recuperar, incluso ha habido propuestas de leyes que vulneran los mismísimos Derechos Humanos (considerar delito la resistencia pasiva o activa, sin ir más lejos). La situación es crítica, y precisamente por eso debemos continuar.

Este movimiento ha servido, como mínimo, para demostrar que el sentimiento de la indignación está extendido por esta sociedad, que somos mayoría los que estamos en desacuerdo con este sistema instaurado. El reto ahora consiste en actuar frente a esta situación que nos indigna, y esto puede resultar más difícil de lo que parece porque el sentimiento de la indignación conduce fácilmente al desánimo, ya que si se ve que los líderes (que son quienes pueden cambiar las cosas) no hacen nada, uno puede pensar que la situación en la que se encuentra no depende de sí, y que no puede hacer nada al respecto. El principal riesgo de este tipo de indignación es que no es creativa, no va más allá, simplemente quiere expresar su descontento con un contexto que no le gusta y del que no se siente responsable. Hay que evitar caer en ella, y en su lugar intentar trabajar creativamente para que la situación mejore, siendo coherentes con la realidad en la que nos encontramos.

En sus inicios, este movimiento, con las protestas, las acampadas, las charlas, la difusión de información que no transmiten los medios de comunicación de masas, etc… abrió los ojos a mucha gente, pero es un concepto tan “chocante” que puede costar un poco de digerir. Personalmente, creo que ha estado bien haber durado un año para que la idea “cale” y quede claro que vamos en serio, pero en algún momento hay que pasar masivamente a la acción, comprometernos de verdad con este proyecto, proponer cosas, crear y movernos. No podemos pasar de consumir la información de los medios de comunicación de masas a consumir manifestaciones, acampadas, charlas o información. Tenemos que dejar de ser sujetos pasivos de lo que ocurre y empezar a participar en ello. Como dicen los miembros de Occupy Wall Street, “We are the 99%” (“Somos el 99%”), si cada uno se compromete en la medida en que le es posible, podemos llegar lejos.

Este año ha servido para establecer los cimientos, hacer llegar la idea y proporcionar tiempo para reflexionar sobre ella. Como he mencionado más arriba, creo que también ha sido importante dejar tiempo para asumir todo esto antes de retomar la tarea con fuerzas renovadas. El 15-M no está muerto, y en este año (que bastante duro ha sido, y será, por lo que parece) puede tomar una dirección más clara y defender lo que nos corresponde a todos con renovadas fuerzas.

Irene Sánchez Brualla, Assemblea Sol i Padrís-Sant Oleguer