domingo, 8 de diciembre de 2013

El muro de las espaldas


"No hay mayor desprecio que no hacer aprecio."
Refrán popular


La frase es consoladora cuando eres pequeño y no puedes responder a alguna afrenta verbal. Puede servirte más adelante si algún compañero a quien no has causado mal alguno insiste en tocarte la moral. Pero desgraciadamente, no vale para todo.

En concreto, no nos vale para sobrevivir en la actualidad. No podemos vivir dejando de lado la realidad. Por desgracia, esta siempre vuelve a metérsenos por los ojos, por los oídos, y hasta por la piel, la carne y los huesos, si la (por ellos autopromovida) ley de Seguridad Ciudadana se lo permite en un futuro próximo.

Me niego a considerarme responsable de la situación actual, porque yo no les voté ni lo haré nunca. Pero soy responsable indirecta, porque conciudadanos míos, vecinos, amigos, etc... sí lo hicieron. Tuvieron que hacerlo. De lo contrario, no se explica la mayoría absoluta que les ha dado el poder absoluto de corromperlo todo absolutamente. Y si lo hicieron, tuvo que ser porque no fui capaz de hacerles ver las nefastas consecuencias de hacerlo, o no se les habría ocurrido hacer cosa semejante.

Pienso que la fatalidad de resignarnos a esto hasta dentro de 3 años les otorga un cierto halo de misticismo esotérico. Como el cometa Halley, que sólo se puede ver cada 74-79 años, nosotros la democracia sólo la percibimos ligeramente cada 4. Y si te despistas, igual ni eso. El hecho de tener que aguardar otros 3 años de sufrirlos diariamente para poder tener una mínima esperanza de cambio les aproxima a los seres que se relacionan con la oscuridad: dementores, orcos, trasgos, demonios, titanes, gigantes de los hielos,... hay una infinitud de seres mitológicos que (se supone) campaban a sus anchas por un mundo inhabitable, hasta que algo los venciera, propiciando el momento en que floreciera la Humanidad y las civilizaciones.

En estas historias, los seres humanos no se suelen encontrar con estos personajes, y mucho menos, votarles en unas elecciones (salvo quizás los raritos que sentían una especie de síndrome de Estocolmo hacia el Alien que los había capturado -salen en una escena de Alien 2 en la que la reina está dando a luz a un alien blanco y muy feo-). No obstante, suelen existir procedimientos para defenderse de este tipo de criaturas: santiguarse, escupir en el suelo, trazar un círculo alrededor de uno mismo, llevar algún tipo de talismán,... Todo ello, funcione o no, tenía la virtud de, cómo mínimo, hacer que su ejecutor/portador se sintiera en cierto modo protegido frente al ataque de las sombras. Y ello a pesar de que el método no solía estar contrastado, por razones obvias: estos seres no existen.

Mientras esperamos otros 3 años, estaría bien poder sentirse de algún modo protegido frente a tanto atropello. Y si ese procedimiento sirviese para mostrar a los conciudadanos lo que consideramos una injusticia, una vergüenza o una estupidez, mejor todavía. Al basilisco había que evitar mirarlo a los ojos. Yo propongo volver la espalda a los seres de las tinieblas, allá donde se materialicen (aunque sea por radio o televisión). Me parece una manera pacífica de demostrar el desacuerdo, sin necesidad ni siquiera de hablar, pero mediante un gesto muy elocuente.

Si cada vez que fuesen a hablar se encontraran con el muro de espaldas, quizás se lo pensarían, o puede que se les desbaratasen las ideas y el discurso (si es que es posible que esto les ocurra más de lo habitual). Esto no sucederá, porque ellos sólo se rodean de los suyos a la hora de aparecer en público, pero mi propuesta deriva más de la superstición que de la protesta social, y lo haría más que nada por mí. A los ciudadanos que apoyan a los seres de las sombras, les serviría para: 1) saber con qué apoyos cuentan estos realmente, y 2) saber cómo sentirse protegidos si deciden desertar del ejército de Saruman. Sabido esto, quizás puedan decidir con mayor claridad de miras.

Es posible que no hacer aprecio, en este caso, pueda suponer una forma de desprecio. Pero no nos engañemos: a ellos les va a dar igual. De todos modos, es posible que, por superstición más que por otra cosa, empiece a poner en práctica esta idea. Algo tengo que hacer yo para protegerme. Y ya estoy harta de verlos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario